viernes, 12 de octubre de 2012

CONCEPTO DEL TIEMPO EN LAS DIFERENTES CULTURAS


Antonio Dubravcic Luksic
 Premio al Mérito Profesional 1995, medalla de oro, otorgada por el Colegio Médico de Bolivia.
 Premio al Mérito Profesional 2001, medalla de oro, otorgada por la Sociedad Boliviana de Urología
 Plaqueta de Reconocimiento “Ex Editor de la Revista del Instituto Médico Sucre”, otorgada por el Colegio Médico de Chuquisaca (Bolivia).
Vicepresidente de la Sociedad Geográfica y de Historia "Sucre"
Editor del Boletín de la Sociedad Geográfica y de Historia "Sucre"
www.esculapio.8m.com
   INTRODUCCION.
Existen diferentes maneras de acercarnos al tiempo que ya pasó. Una de ellas es a través de los recuerdos y otra es a partir de los vestigios de la actividad humana, es decir, las fuentes  históricas.
Todos nosotros guardamos en nuestros recuerdos y en las cosas que producimos o acumulamos la memoria del tiempo. Los álbumes de fotos, las cartas, los "recuerdos" de momentos especiales, las grabaciones y todo lo que preservamos de la destrucción nos ayuda a recuperar el tiempo pasado. Sin embargo, nunca recuperaremos una imagen estática del pasado porque nuestro presente siempre determinará la forma que damos a los sucesos del tiempo que ya pasó.
 Para hablar del TIEMPO, consideramos oportuno remitirnos a la Biblia, cuya temática constituye el hombre, sencillamente como tal sin recurrir a adjetivos de ninguna naturaleza. "El Libro de los Libros", dice
 David Ben Gurión, “comienza con la historia del primer hombre, que no era más que eso: sencillamente hombre”. De esa manera, la Biblia puede considerarse como la tradición y la historia del planeta Tierra y de la humanidad que lo habita.

Eclesiastés 2.3, nos relata de que en este mundo todo tiene su tiempo y todo lo que hay debajo del cielo pasa en el término que se ha prescrito.
Un tiempo para nacer
y un tiempo para morir,
Un tiempo para plantar
y un tiempo para arrancar lo plantado.
Un tiempo para destruir,
y un tiempo para construir.
Un tiempo para el amor,
y un tiempo para el odio.
Un momento para callar,
y un momento para hablar...
 Definición del tiempo
 El hombre ha buscado definir el tiempo, ha tratado de responder algunas preguntas: ¿existe en realidad?, ¿Cuál es su forma?. ¿Es constante y eterno, o bien, cambiante y efímero?
 ¿Cuándo se originó el tiempo?
 Hace unos 15 mil millones de años sucedió un fenómeno cósmico llamado Big Bang o "gran estallido" que dio origen al Universo. Teoría del Big Bang o teoría de la gran explosión es un modelo, postulado por el físico y sacerdote católico Georges Lemaître como parte de la teoría de la relatividad general, que describe el desarrollo del Universo temprano y su forma.
 Platón: “El tiempo es la imagen de la Eternidad, el tiempo es tanto una idea abstracta, como una realidad de la vida”
 
 
“El tiempo es implacable porque nunca deja fluir y todo lo que existe está sometido a su efecto”. (A.Einstein)
 
El tictac de los relojes parece un ratón que roe el tiempo.
  Alphonse Allais
(1855-1905) Escritor francés.
 
 
El tiempo es como un río que arrastra rápidamente todo lo que nace.
  Marco Aurelio  
Emperador romano
 
 ¿Qué es, pues el tiempo?
 Si nadie me lo pregunta, lo sé; si quiero explicarlo a quien me lo pide, no lo sé.
 San Agustín  (354-439) Obispo y filósofo
de Tiempo
El tiempo más inmediato lo medimos, lo controlamos, con el reloj y el tiempo más amplio lo medimos con el Calendario. Mientras nos deslizamos por los años, los meses, las semanas, las horas, los minutos y los segundos, raramente pensamos de dónde vienen estas cosas o por qué hemos dividido el tiempo de una forma y no de otra.
No siempre ha sido así. Durante miles de años, el esfuerzo por medir el tiempo y crear un calendario factible ha sido una de las grandes luchas de la humanidad, un enigma para los astrónomos, matemáticos, sacerdotes, reyes y todos los que han necesitado contar los días que faltan para la siguiente cosecha, calcular cuándo hay que pagar los impuestos, o determinar el momento exacto de realizar un sacrificio para calmar a un Dios colérico.
Para el hombre primitivo, el tiempo era una sucesión confusa de días y noches, no obstante de ello, advertía la existencia de fenómenos de carácter cíclico... la luna cambiaba su forma...
 El sol y la luna, establecieron con sus movimientos aparentes, puntos de referencia para medir el tiempo. Uno de los primeros instrumentos utilizados en la antigüedad fue el gnomon, una varilla clavada en el piso, cuyos cambios en su sombra determinaba el desplazamiento del sol en su ciclo diario. Es imposible determinar cuando se descubrió que el movimiento aparente del sol se ajustaba a un ciclo temporal, desde luego que este fue el primer hallazgo científico del hombre.
 En este descubrimiento emplearon un punto de observación; tras comprobar que el sol no salía siempre por el mismo punto, fueron señalando por medio de estacas, la salida diaria del sol, al cabo de un tiempo, las estacas demostraron que después de 365 marcas, el sol volvía a salir por el mismo punto, ello dio origen al período de un año de 365 días. Algo similar a lo mencionado, es el monumento megalítico de Stonehenge (al sur de Inglaterra), que constituye el mayor calendario del mundo, fue construido aproximadamente 2.500 años antes de nuestra Era.
El desarrollo de la civilización motivó la adopción de unidades regulares para medir el tiempo. El calendario es el sistema que se utiliza para marcar el tiempo en años, meses, semanas y días, la palabra calendario deriva del latín “calendarium”, con esa designación los romanos se referían a los libros de contabilidad. Calendarium viene de Kalendae, era el primer día del mes lunar, cuando se tenía que pagar las cuentas.
La palabra almanaque proviene del árabe (al-manakh, ciclo anual), los primeros almanaques eran unos calendarios que servían para documentar fechas de fiestas religiosas. En árabe “al-manakh” significa parada en un viaje.
 Almanaque Bristol se originó en 1832 en Nueva Jersey  por gestión del médico, Charles Bristol cuya faz ilustra la portada. El motivo de creación  del almanaque, fue para que sirva de guía para que los pacientes tomaran sus medicamentos de forma correcta. Posteriormente  se añadieron otros datos como el santoral, los cuentos y los chistes. Bristol fue el dueño de la farmacia que aún conserva su nombre, en 1856 la firma Lanman y Kemp Barclay compró la empresa y añadió al almanaque anuncios de sus productos, como el Agua de Florida Murray y Lanman, el Tricófero de Barry o la Brillantina Alka.
CONCEPTO DEL TIEMPO EN LAS DIFERENTES CULTURAS
Egipto, cuatro milenios antes de Cristo se conocía el año solar de 365 días, con 12 meses de 30 días y 5 complementarios. El inicio del año estaba determinado por la primera aparición en el amanecer de la estrella Sirius, este acontecimiento coincidía ordinariamente con la crecida del río Nilo.
Babilonia, 500 años a de C. el astrónomo Naburiano, calculó la duración de un año en trescientos sesenta y cinco días, seis horas y quince minutos. De Babilonia hemos heredado la semana de siete días, la hora de sesenta minutos, y el minuto de sesenta segundos, desde luego tenían formas ingeniosas para realizar esos cálculos, convirtiendo la sombra de las estacas en grados, minutos y segundos de ángulo, también utilizando Clepsidras o relojes de agua, datan de la antigüedad egipcia y se usaban especialmente durante la noche, cuando los relojes de sombra no servían. Las primeras clepsidras consistieron en una vasija de barro que contenía agua hasta cierta medida, con un orificio en la base de un tamaño suficiente como para asegurar la salida del líquido a una velocidad determinada y, por lo tanto, en un tiempo fijo.
 Los griegos, establecieron en el año 776 a. de C. un calendario luni-solar que contaba con 12 meses de 29 y 30 días alternativamente. El filósofo griego Heráclito, afirmaba que toda la existencia constituye un flujo en movimiento: " No puedes bañarte dos veces en el mismo río, pues las aguas que fluyen sobre ti son siempre nuevas". El tiempo es representado como un río, donde todo se halla sometido a un proceso de cambio en el instante en que es percibido.
En Roma el año luni-solar, constaba de 10 meses lunares, los meses estaban dedicados a sus dioses: ,Enero, procede de Jano, el dios romano. Su símbolo era una cabeza de dos caras, mirando al Este y al Oeste (por donde sale y se pone el sol). Febrero, nace del latín februa. Refiere a los Festivales de la Purificación. Era el mes en el que los psicólogos romanos se tomaban vacaciones. Marzo, nombrado así en honor a Marte, Dios de la guerra. Abril, probablemente derive de abrire (abrir), ya que es la estación en la que empiezan a abrirse las flores. Mayo, debe su nombre a Maiaa diosa romana de la primavera y los cultivos. Las celebraciones en honor a Flora, la diosa romana de las flores, alcanzaba su punto culminante el primero de mayo. Junio, puede derivar de Juno, la diosa del matrimonio, o del nombre de un clan romano, Junius. Otros creen que nace de iuniores (jóvenes) en oposición a maiores (mayores, por mayo). Julio, era el quinto mes del calendario romano primitivo, por lo que se llamaba quintilis. En el año 44 a. C., luego del asesinato de Julio César, se lo llama Julio porque ese había sido el mes de su nacimiento. Agosto, se llama así en homenaje al primero de los emperadores romanos: Cayo Julio César Octavio Augusto. Septiembre, era el séptimo mes del calendario antiguo, por lo que se tomó su nombre de septem, siete. Octubre, durante los ocho años del emperador Riveritum se lo llamaba ¡octo!, que significa ocho. Noviembre, fue el noveno mes, en latín novem. Diciembre, es el mes más festivo del calendario gregoriano.
 El calendario Musulmán, tiene su origen en Hégira, marca la huida de Mahoma de la Meca a Medina en el año 622 de la era Cristiana, consta de 12 meses lunares de 29 y días alternativamente. La palabra Almanaque deriva del árabe Al-amanach o "circulo de los meses" o calendario.
 En China el conocimiento de la astronomía se remonta al siglo IX a. de C. lamentablemente en el año 230 a. de nuestra Era, un emperador destruyó los textos antiguos, en los pocos textos que se salvaron, aparecen descripciones como el Solsticio de Invierno.
  El calendario era lunar y el año se hallaba dividido en 12 partes, comenzaba el día del Solsticio de Invierno
Los Mayas en el tercer milenio a.C., tuvieron un desarrollo astronómico polifacético, muchas de sus observaciones han llegado hasta nuestros días, por ejemplo un eclipse lunar del 15 de febrero de 3379 a.C. Conocían con exactitud la posición de los planetas, y la periodicidad de los eclipses.
  El Calendario Maya se inicia con el día cero, de acuerdo al cómputo del tiempo correspondería al 8 de junio de 8498. El año maya comprendía 365 días.
 Los Aztecas tenían dos calendarios, uno de ellos determinaba sus ceremonias religiosas. El más importante, llamado Tonalpohualli, que ha sido encontrado tallado en una gran piedra, que se conserva en el Museo Nacional de México. Consiste en la unión de una serie de veinte signos, con otra serie de 13 números, la combinación de ambas series proporciona 260 días.
La cultura Incaica (Perú y Bolivia) Los incas conocían la revolución sinódica de los planetas con admirable exactitud, las anotaciones en los quipus (cordeles con nudos). Tupac Inca Yupanqui,  estableció los días del  calendario, que consistía en un año solar de 365 días. La observación del Sol era relacionado con el solsticio (capacraimi en diciembre e intirraimi en junio). La primera importante por las festividades de índole agrícola, concernientes a la maduración y cosecha.

 CALENDARIO GREGORIANO
El Papa Gregorio XIII introdujo el calendario que lleva su nombre, reunió a los mejores astrónomos de la época, los cuales establecieron que en el Calendario Juliano, se presentaba un desfase de 11 días, el equinoccio de primavera caía el 11 de marzo en lugar del 21 de marzo y la Iglesia Católica enfrentaba una creciente confusión para determinar fechas como la Semana Santa.Eventualmente como resultado del Concilio de Trento (1545-1563) se encomendó al Papa hacer las reformas necesarias al calendario.  En el mes de octubre de 1582 el Papa Gregorio XIII literalmente descontó diez días con el fin de restaurar el equinoccio de primavera a la fecha correspondiente. Al abolir 10 días, del jueves 4 de octubre que correspondía al Calendario Juliano se paso al día siguiente viernes 15 de octubre,
dando origen al primer día del Calendario Gregoriano.
 Este cambio, suscitó algunas curiosidades, por ejemplo los dos exponentes más importantes de la Literatura castellana e inglesa: Don Miguel de Cervantes Saavedra y William Shakespeare murieron en la misma fecha, pero con diez días de diferencia (Inglaterra no adopto del Calendario Gregoriano hasta el año de 1752.
 Santa Teresa de Jesús murió el 4 de octubre de 1582, le dieron sepultura al día siguiente el 15 de octubre de 1582. El Calendario Gregoriano, que es el que utilizamos actualmente, tiene un error de un día cada 3.000 años.
 CONCEPTO DEL TIEMPO EN EL CRISTIANISMO
Con la consolidación del cristianismo, la noción de tiempo experimentó un importante cambio, ya que esta religión niega la posibilidad de un tiempo cíclico. La pasión, muerte y resurrección de Jesucristo son hechos únicos, irrepetibles, y dan un sentido a la existencia humana. De esta manera el tiempo es considerado fundamentalmente lineal y orientado hacia el futuro, y el sentido de toda la historia aparece como un desplazamiento en el tiempo, que tiene su origen en la creación y que culminará en el juicio final, que será el final de los tiempos

LOS RELOJES
En el siglo XIII, en el lindero final de la Edad Media, apareció la primera máquina industrial: el reloj. Los relojes primitivos, fabricados por herreros, estaban hechos de acero y sufrían de la expansión y contracción que provocaban los cambios en la temperatura. Eran inexactos en un rango de 15 a 30 minutos al día y tenían que ser ajustados diariamente. Su propósito inicial era hacer sonar las campanas cada hora en las torres de castillos, iglesias o centros de población.

En el siglo XV se inventaron los relojes de una manecilla para marcar las horas y en 1505 el herrero alemán Peter Henlein consiguió construir relojes mecánicos tan pequeños que podían llevarse en el bolsillo. Estos relojes, que se popularizaron con el nombre de "relojes de saco" se montaban en cajas y en lugar de pesas utilizaban resortes. Se llevaban en una bolsa, sonaban cada hora y funcionan durante unas 40 horas.
 Los científicos alemanes han construido un Superreloj CS1, de cesio, con un peso de una tonelada, durante un año de funcionamiento, ha permitido calcular que tiene un error de un segundo cada treinta millones de años. Su funcionamiento se halla relacionado con la Escala Coordinada del Tiempo Mundial, su sincronización perfecta en el ámbito internacional, es indispensable para las redes de noticias, mediciones de la tierra efectuadas a gran distancia para todo tipo de orientación tanto en la aviación como en la navegación
 EL TIEMPO EN LA LITERATURA.-
 En la literatura el concepto del tiempo ha sido motivo de permanente especulación. Dante, imagina emprender un viaje por los fantásticos ambientes que se ofrecen para el alma humana, lejos de la vida terrenal, citando pasajes anteriores a su vida y profetizando acontecimientos como el descubrimiento de nuevas tierras en occidente.
 Goethe, describe a Fausto vendiendo su alma a Mefistófeles a cambio de revivir su pasado. Así podríamos mencionar innumerables obras de la literatura mundial que tienen como argumento fundamental el tiempo y el espacio: Julio Verne en "20.000 leguas de viaje submarino".
H.G. Wells en su obra "La máquina del tiempo", que cautivo la imaginación con el lanzamiento de su viajero en el tiempo.
Jorge Luis Borges, vivió fascinado con el concepto del tiempo. Borges define: "El tiempo es la sustancia de que estoy hecho, el tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río; él es el tigre que me destroza, pero yo soy el tigre. Es un fuego que me consume, pero yo soy el fuego".Borges resume el concepto del tiempo en un solo momento "el momento en que el hombre sabe para siempre quién es".
                           Mirar el río hecho de tiempo y agua
                             y recordar que el tiempo es otro río,
                             saber que nos perdemos como el río
                           y que los rostros pasan como el agua.
                                         

 EL TIEMPO FISICO Y EL TIEMPO BIOLOGICO.-
Desde el punto de vista biológico, todos los ritmos naturales que afectan la vida del hombre, se hallan regulados por el tiempo. La duración del hombre, al igual que su estatura, varía según la unidad que se utiliza para medirla, la vida del hombre se mide valiéndose los movimientos de las agujas del reloj. Para el reloj que mide el día de un niño, es igual al de sus padres, pero en realidad esas 24 horas representan una fracción muy pequeña en la futura vida del niño, y una fracción muy grande en la vida de sus padres, de esa manera el valor del tiempo físico varía según miremos el pasado o el futuro.
Al describir un tiempo físico, necesariamente debemos referirnos a un tiempo fisiológico. Este se halla presente en todos los niveles fisiológicos del universo, ya sea en el soma de una célula o en el mismo hombre. El tiempo fisiológico depende de las modificaciones del medio y la respuesta de los seres a esas modificaciones. El tiempo fisiológico, difiere del tiempo físico, por que no tiene la precisión de un reloj.
Alexis Carrel, describe la relación que existe entre el tiempo físico y el fisiológico, comparando: "Como un ancho río que corre por la llanura. En los albores de la vida, el hombre corre alegremente a lo largo de la orilla, va más deprisa que la corriente. Hacia el medio día su marcha disminuye, las aguas se deslizan con tanta rapidez como su paso. Al anochecer, el hombre está fatigado, la corriente continúa con su flujo. El hombre se queda atrás, luego se detiene y cae para siempre, el río sigue su curso inexorable".
 En realidad, el río nunca ha acelerado su marcha, sólo se tiene esa ilusión al retardo progresivo de nuestro paso.
 Cada uno de nosotros es el hombre que corre a lo largo de la orilla del río y ve pasar las aguas del tiempo físico